
UNEMI refuerza la seguridad institucional y exige paz
La Universidad Estatal de Milagro (UNEMI), profundamente consternada frente al lamentable hecho violento suscitado dentro de los predios de la alma mater, en donde una estudiante de la carrera de Trabajo Social, modalidad semipresencial, perdió la vida a manos de sicarios, activó de manera inmediata un consejo de seguridad institucional permanente, en el que participan diferentes unidades administrativas y académicas, para reforzar acciones que garanticen la seguridad de toda la comunidad universitaria.
Por esta razón, la Institución está trabajando en la toma de decisiones y adecuación de protocolos de aplicación inmediata, para el ingreso, estancia y salida de la Universidad.
La suspensión de clases presenciales y semipresenciales y la migración de estas a la modalidad semipresencial, constan dentro de las primeras decisiones adoptadas por el Órgano Colegiado Superior (OCS), máximo organismo institucional.
El comité de seguridad ha resuelto, además, diferentes mecanismos tales como la presencia de efectivos policiales y seguridad privada en los accesos, presentación de credenciales digitales con código QR al ingreso, registro y revisión completa de personas y vehículos que ingresen y salgan de la Institución, prohibición de ingreso de repartidores (deliveries) y de personas ajenas a la Universidad, sin previa cita.
La Institución agradece las múltiples muestras de apoyo y respaldo hacia esta comunidad universitaria. Ante momentos adversos como este, la unidad y la solidaridad son fundamentales.
Al mismo tiempo, la UNEMI reitera su compromiso con la paz institucional y de la ciudadanía en general y exhorta a los entes encargados de brindar seguridad, a reforzar también las medidas de control, para evitar que eventos tan dolorosos como estos se repitan en cualquier punto de nuestra ciudad y país.
Read MoreLas cruces siguen flotando sobre las aguas del río Guayas

Este 15 de noviembre, se cumplen cien años desde aquel día en que un numeroso grupo de obreros marcharon en las calles de Guayaquil para exigir sus derechos. Se trató de una huelga general que paralizó totalmente las actividades de la ciudad, donde la masa de trabajadores pugnaba por llegar hasta las oficinas de la Gobernación, con la finalidad de entregar un pliego de peticiones; sin embargo, ayer como hoy, la brutal represión militar y policial fue la respuesta del Estado, dando como resultado entre 1200 a 1500 personas asesinadas.
El escritor Joaquín Gallegos Lara, relató dichos eventos en su obra, cuyo título alude a que, los miembros de la fuerza pública involucrados en tal masacre se deshicieron de los cuerpos lanzándolos al río Guayas. Sin embargo, los familiares de los asesinados aquel día, evitaron que los años ahoguen el recuerdo del cruento suceso y comenzó la tradición que hasta hoy se cumple, lanzar cada año cruces y ofrendas florales en las turbias aguas del río.
El autor, retrata a una sociedad guayaquileña soñadora, trabajadora, conformada por artesanos, vendedores ambulantes, empleados públicos y privados, maestros, campesinos, pescadores, jornaleros y obreros de las primeras fábricas que se instalaron en la ciudad; los cuales, no contaban con la asistencia de instituciones estatales que protejan sus intereses, pero con la siempre presente aspiración de lograr el definitivo establecimiento de la clase trabajadora como pieza fundamental en el quehacer económico y sociopolítico del Ecuador.
Entre las reivindicaciones que los huelguistas exigían aquel fatídico día estaban: el alza de salarios, jornada de trabajo de ocho horas. El país había entrado en una aguda crisis económica, debido a la caída en las exportaciones del cacao, una moneda devaluada, y muy pronto las consignas de lucha derivaron en reclamos contra la clase opresora, contra la carestía de la vida, contra las políticas estatales, contra el gobierno de José Luis Tamayo.
El final de aquella jornada, está muy presente en la memoria de los ecuatorianos, así como las líneas de un infame telegrama donde se lee: “General Barriga.- Espero que mañana a las seis de la tarde me informará que ha vuelto la tranquilidad a Guayaquil, cueste lo que cueste, para lo cual queda usted autorizado.- Presidente Tamayo”.
Aquella masacre está escrita en las páginas más tristes de la literatura ecuatoriana, quedando inmortalizado en la memoria de generaciones el recuerdo de un execrable crimen de Estado, hasta ahora impune, pero que ha servido de germen fecundo para que la lucha por mejores días no desfallezca.
Hoy, un siglo después, conmemorar esta fecha es rechazar las graves injusticias que padecían los trabajadores en aquella década, también es recordar la valentía del movimiento obrero del 15 de noviembre de 1922, y condenar la nunca justificada violencia estatal; pero a la vez, este recuerdo nos sirve de reflexión sobre la actual situación de nuestro país y se vuelve una invitación para unirnos y esforzarnos por construir una sociedad mejor, más incluyente, participativa y solidaria, sabiendo que desde nuestros lugares de estudio o trabajo, podemos ser parte de la siempre vigente lucha por más y mejores derechos.
________________________________
1 Cifra que proporciona el historiador ecuatoriano Alfredo Pareja Diezcanseco en su discurso de adhesión a la Academia Ecuatoriana.
2 Gallegos, J. 2006. Las cruces sobre el agua. Clásicos Ariel. Quito. p.18
3 Ogaz, Leonardo. El 15 de noviembre de 1922. Cruces sobre el agua. América Latina en movimiento.
Recuperado de: https://www.alainet.org/es/active/42226
________________________________
“Los textos de cada artículo de opinión son de exclusiva responsabilidad de su autor/a.”.
Read More
Día Internacional del Taekwondo: UNEMI tiene sus primeros medallistas en esta disciplina
Kevin Jahir Velasco Méndez, Melanie Liliana Valdiviezo Lara y Richard Jasmany Castillo Olmedo. Estos 3 nombres quedarán grabados para la historia de la UNEMI al ser nuestros primeros estudiantes taekwondistas, ganadores de medallas en un torneo nacional de esta disciplina deportiva.
Fue el pasado 27 y 28 de julio, en el “I Open Nacional Universitario y Politécnico de Taekwondo UTA 2022”, organizado por la Universidad Técnica de Ambato y la Federación Ecuatoriana del Deporte Universitario y Politécnico, con el aval de la Federación Ecuatoriana de Taekwondo, que nuestros tres jóvenes lograron esta hazaña deportiva.
Kevin, de 23 años, estudiante del séptimo nivel de la carrera de Licenciatura en Pedagogía de la Actividad Física y Deporte, oriundo de la ciudad de Milagro, obtuvo medalla de oro en este torneo, en el que participaron 12 universidades del país y 105 competidores en total.
El triunfo tampoco les fue esquivo a Melanie y a Richard. Ambos obtuvieron medalla de plata en este mismo torneo. Ella tiene 23 años, estudia la misma carrera que Kevin y es de Guayaquil. Él, mientas tanto, es estudiante de Derecho en línea, donde cursa su cuarto nivel. Su hogar está en el cantón Santa Lucía, perteneciente a la provincia del Guayas.
Los tres dejaron en evidencia la potencia, destreza y habilidad que los caracteriza, gracias al esfuerzo que cada uno pone en los entrenamientos, que los realizan cada semana en las canchas múltiples del polideportivo de la UNEMI. En ese lugar se concentran al menos tres veces por semana para practicar y donde también transmiten sus conocimientos deportivos a nuevos estudiantes que cada vez se suman para formarse como nuevos taekwondistas, todos bajo la dirección de Daniel Manzo, su entrenador.
Kevin, Melanie y Richard coinciden en que la disciplina y la organización son elementos claves para dedicarse a este deporte y, a la vez, no descuidar su preparación académica.
En el caso de Richard, por ejemplo, cada día de entrenamiento, que suelen ser los lunes, miércoles y viernes, debe viajar 4 horas desde Santa Lucía hasta Milagro. Eso implica que por las noches se acueste un poco más temprano de lo normal para dormir sus horas completas, y así también levantarse más temprano, en la madrugada. Además, ajustar horarios para asistir a clases, hacer tareas y cumplir con sus demás actividades personales.
Similar historia comparte Melanie, quien debe también emprender destino desde Guayaquil a Milagro cada día de entrenamiento y para asistir a sus clases presenciales. Si bien, son menos horas de viaje, también implica un esfuerzo, por lo que es muy cuidadosa en el tema de horarios. “Es muy difícil entrenar, estudiar y trabajar, pero hay que ser disciplinado”, explica la joven taekwondista.
“Si no tuviera una buena organización, no pudiera entrenar, hacer tareas ni trabajar”, opina Kevin, quien además de estudiar y practicar este deporte, labora por las noches en una heladería de la ciudad, para ayudarse económicamente y a su familia. “Es sacrificado”, dice, pero está seguro de que todo lo que hace en la actualidad tendrá sus frutos en el futuro.
Los tres comparten el sueño de volver a darle a su Universidad más medallas de oro en próximos torneos nacionales e internacionales. Tienen en mente alcanzar sus metas deportivas, de la mano de sus logros académicos.
EL DATO
Según el Comité Olímpico Internacional, desde 1994, cada 4 de septiembre es el Día internacional del Taekwondo, arte marcial que es considerada de manera oficial como una disciplina olímpica.

Investigación de UNEMI lo confirma: la pandemia afectó macrodestrezas lingüísticas en niños
Los primeros resultados del proyecto de investigación Desarrollo de las competencias de lectura y escritura en el nivel básico elemental de centros educativos de la Zona 5, en ejecución por parte de docentes de la Universidad Estatal de Milagro, confirma las afectaciones que la pandemia y la no presencialidad dejaron en niños de seis a 10 años que cursan en segundo, tercero y cuarto año de educación básica.
La docente investigadora Mirtha Manzano Díaz explica que la investigación, desarrollada en una parte de Guayas, Bolívar y Los Ríos, incluyó la medición de tres dimensiones: socioemocional afectiva, cognitivo instrumental sobre lectura y cognitivo instrumental sobre escritura. Pero a ellas se agregó una cuarta: motivacional. La evaluación determinó una media general de 3,3 en los instrumentos aplicados.
La medición se hizo a través de encuestas y entrevistas con padres de familia y docentes sobre la base de una escala Líkert, del 1 al 5, en la que uno es el nivel más bajo que se tiene de desarrollo de lectoescritura y cinco es el más alto. “Estamos en un nivel medio moderado, lo que nos está diciendo que hay que trabajar en esas macrodestrezas lingüísticas. Hay que estar constantemente evaluando y generando estrategias en ese sentido para ir perfeccionando no solamente el desarrollo intelectual del niño, sino también la esfera socioemocional y afectiva”.
La experta recalca que la media de 3,3 significa que en las áreas investigadas la opinión de padres y maestros coincide en que los chicos no alcanzan los niveles de comprensión de lectura de manera eficiente, y si lo comparamos a los resultados de las pruebas de comprobación de conocimientos que se han aplicado en Ecuador y América Latina, como PISA-D y ERCE (a nivel de matemáticas y lectura), “nos corroboran que no hemos avanzado”.
“A partir de la pandemia, hay elementos que han influido negativamente para que no se puedan potenciar estas macrodestrezas lingüísticas desde el punto de vista didáctico, del nivel de dominio de las TIC en el uso de plataformas y aplicaciones educativas y el nivel socio-económico, incide mucho en la virtualidad el que no todos han podido tener el acceso que se requería, incluso en muchos sectores, se ha utilizado el WhatsApp como vía principal para trabajar los contenidos y tareas”, reflexiona la educadora.
¿Qué tanto afectó la no presencialidad a los niños de las edades estudiadas? “No siempre el docente tuvo el control de todo el aprendizaje”, advierte Manzano.
“Cuando estás presencial –agregó-, se puede visualizar si el niño está atendiendo, si está haciendo las actividades asignadas, se trabaja en equipo y se da seguimiento, pero a través de la virtualidad no se logró completamente. No siempre los padres estaban en la casa para tener el dominio y dar seguimiento, no siempre las cámaras estaban encendidas, no se puede corroborar si detrás de esa cámara era el niño el que estaba o un pariente, o si estaba realmente… estas son algunas de las reflexiones de las propias experiencias docentes”.
A partir de esos resultados, también se diseñó un proyecto de vinculación relacionado con las competencias de lectoescritura que culminó en una primera fase y que se ejecutó en la escuela La Maná, del Distrito de La Maná, perteneciente a la Zona 8.
Se trabajó con chicos de segundo, tercero y cuarto grado, que fueron divididos en cinco grupos a cargo de los estudiantes de UNEMI que hacen sus prácticas comunitarias. Cada grupo no solo se dedicó a trabajar con los niños y realizar los refuerzos académicos sobre estas macrodestrezas lingüísticas, sino que también se entregaron a la escuela como productos resultados: cinco manuales didácticos con lecturas y actividades para los diferentes grados, seis videocuentos protagonizados por los menores y se impartieron talleres de capacitación a docentes.
Read MoreUna política de Estado con enfoque en la dignidad humana

Siendo que la Constitución de la República del Ecuador, en su artículo 3.1 consagra como deber primordial del Estado “garantizar sin discriminación alguna el efectivo goce de los derechos establecidos en la Constitución y en los instrumentos internacionales, en particular la educación, la salud, la alimentación, la seguridad social y el agua para sus habitantes”, la razón de ser del Estado debe centrarse en alcanzar el bienestar general que se materializa a partir de la cabal garantía de estos derechos.
Sin embargo, una política de Estado solidaria, general, con enfoque en el reconocimiento de la dignidad de las personas, cuyo fin sea superar la pobreza y lograr la igualdad material de derechos, sigue siendo una asignatura pendiente de los gobiernos de turno.
Debemos entender que, existe una relación entre pobreza y violación de derechos humanos; así, el preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos reza que, la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana; además, el artículo 22 de la misma Declaración consagra que: “Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad”.
Hay que dejar por sentado que, la pobreza denigra la dignidad de la persona.
Es necesaria una reingeniería de actuar del Estado en materia de política económica y social, partiendo del hecho de que: los individuos y grupos humanos, por una parte, puedan participar del ejercicio real de sus derechos humanos; y que, el gobierno, por la otra parte, asuma su rol y satisfaga adecuadamente las necesidades de la población, respondiendo a sus legítimas demandas y trabajando efectivamente, dotando de inversión social suficiente, reduciendo así la desigualdad que hoy por hoy es la afrenta más grave a los derechos fundamentales.
Es imperativa la inversión del Estado en sectores claves como la salud, alimentación, educación, trabajo y vivienda. Citando a Ferrajoli, es cierto que, garantizar los derechos sociales cuesta, pero es mucho más caro el estado de indigencia provocado por su falta.
En consecuencia, existe un nexo entre el desarrollo económico y las garantías de estos derechos de los que dependen el bienestar y la calidad de vida, por ende, la realización del ansiado buen vivir de las personas. Así, los gastos sociales necesarios para la garantía de tales derechos son inversiones económicas primordiales, dado que de ellas depende el desarrollo tanto individual como colectivo.
________________________________
“Los textos de cada artículo de opinión son de exclusiva responsabilidad de su autor/a.”.
Read More“Nada” de Carmen Laforet

¿Quién puede entender los mil hilos que unen las almas de los hombres y el alcance de sus palabras?
Carmen Laforet
Carmen Laforet es quizá una de las escritoras más brillantes del siglo XX. Su novela no es solo un retrato de la posguerra en España, sino un viaje a los paisajes de Barcelona -incluyendo la calle Aribau- con sus encantos y sombras. La narración fue escrita en 1945 y se considera una obra moderna con aires feministas.
En mi opinión, lo más cruento del relato no es la orfandad de Andrea que la lleva al autoritarismo de la tía Angustias, a la complicidad de la abuela o a la intimidación de sus tíos: Juan y Román. En la novela se viven ambientes de pobreza y violencia, lo cual es una combinación letal para las mujeres, como lo vemos en el caso de Gloria, quien parece estar condenada a la miseria y bestialidad de su marido.
Toda creación literaria tiene un desenlace que conduce a la trama final de los hechos. En “nada” eso no es tan importante como la rica y densa descripción de la autora y las ideas escondidas de liberación de los personajes femeninos. Incluyendo a Andrea, Ena y hasta la propia Gloria se podría decir. Sin embargo, la escena que cierra me hace recordar al famoso “portazo de Nora” en el guion de Henrik Ibsen, donde las moralidades patriarcales se disuelven y se pone fin al padecimiento y la cosificación de las mujeres. Pero este acto de valentía no llega solo, somos las protagonistas de nuestra propia historia como dice la maravillosa Coral Herrera Gómez.
La opresión es parte del Zeitgeist de cada sociedad. Laforet nos cuenta con ingenio que las mujeres hemos sido objeto de dominación en casi todos los tiempos (aunque por allí se quiera disfrazar de demócratas a regímenes sanguinarios). Por ello, tenemos la tarea colectiva de revisar la historia. Leer e informarnos para evitar el ruido de pensamientos vacíos, porque como dijo Chimamanda Ngozi Avicié: “nuestra época nos obliga a tomar partido”.
________________________________
“Los textos de cada artículo de opinión son de exclusiva responsabilidad de su autor/a.”.
Read More